jueves, 9 de junio de 2011

Me cago en los políticos (a la manera de Pérez-Reverte)


Mírenlos. Ahí siguen, tan ufanos. Repartiéndose de nuevo cargos y prebendas, botines y coches oficiales, secretarías y subsecretarías. Afuera ruge la tormenta, pero a ellos se les da un ardite. Les importa un carajo, para que ustedes me entiendan. La protesta no va con ellos, aunque lo más gritado sea "no nos representan". Ya se cansarán, piensan los meapilas de corbata y traje de regalo, ya se cansarán estos alborotadores.

Pero donde ellos ven melenudos, perroflautas y flowerpowers, yo que tengo mucha mili y he visto mucha guerra veo licenciados en paro: mayormente, lo que viene siendo el futuro de España. Así que lo mismo hay que tenerlos en cuenta, porque lo mismo no se cansan. Lo mismo están hasta las pelotas de tanto chorizo suelto. Y como no tienen más trabajo que un contrato de mierda ni más casa que la de sus padres, pues poco tienen que perder. Y los que poco o nada tienen que perder son los que te la lían, ya lo dicen los manuales de Historia que Sus Excelencias se encargan de tergiversar día sí, día también, gracias a esos libros de texto por encargo que igual colocan el Teide en mitad de los Monegros como juran y perjuran que Viriato era un héroe del independentismo andaluz.

No importa el jaleo ese de las revueltas árabes, los árabes siempre han sido unos revoltosos. Tampoco lo de Islandia, que nadie sabe cómo ha sido; ni lo de Grecia, que han tomado a nuestros revoltosos como modelo. Aquí no. Aquí en el Estado Español de los cojones nunca pasa nada. Nosotros a lo nuestro. A encumbrar al enemigo y apuñalar al amigo, que se acercan las generales. A inaugurar aeropuertos sin aviones, que es el no va más de la política-ficción. A recortar y a reformar, a sus órdenes señora Merkel, póngame a los pies de su señor marido. Y si los recortes y las reformas no sirven, pues tenemos otros.

Ganas me dan de dejarme crecer la barba, ponerme un turbante, agarrar el Kalashnikov AK-47 que tengo encima de la chimenea y tirar para la Moncloa, a ver qué pasa. Pero claro, cuando digo cosas así se me echan encima las lectoras bienpensantes de este suplemento, indignadas. Vayan a indignarse a la Puerta del Sol, no te jode. De verdad que dan ganas. La hostia de ganas. Háganse cargo. Lástima que me vea venir las consecuencias: Javier Solana otra vez como Secretario General de la OTAN, un personaje capaz de bombardearse a sí mismo. El muy hijo de puta.

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3 comentarios:

  1. ¡Agus poseído por el fantasma de A.P.R! Miedo da...

    Creo que eres muy bueno adoptando el estilo de otros, aunque te veo más emulando a Marías o a Bolaño que a A.P.R.

    No obstante, el juego de estilo está totalmente logrado.

    Y el contenido sí es realmente tuyo. Parece que tus encallecidas neuronas progresistas se han puesto de nuevo en marcha...

    Por mi parte, sigo en mis trece de la última conversación que tuvimos en Madrid. No termino de ver esto del 15-M. Ni nada en general. Creo que todo lo que está pasando tiene que ver más con lo peor de nuestra condición humana que con la política partidista en sí.

    Ójala me confunda y te tenga que dar finalmente la razón a ti y a Sole. Ójala el Cambio esté en el aire.

    Abrazos.

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  2. ¡¡Válgame el cielo!! Sacre bleu!!! Verdaderamente, como dice el lechuguino arriba firmante, te ha poseido el espíritu de APR (RPG)... Mientras lo leía no podía dejar de mirar el título, ese "a la manera de Pérez Reverte", para convencerme de que tú eres el autor... Desde luego, es un ejercicio de estilo inmejorable.

    Y un ejercicio de encabronamiento literario aún mejor...

    Qué decir, salvo que suscribo cada punto y cada diéresis. A mí también me solivianta la impunidad y prepotencia de esos mequetrefes trajeados. Como tú, pienso que menosprecian lo que está pasando, y que, aquellos que por ocupar puestos más elevados están más identificados con su personaje, sencillamente no son capaces de encontrar fisuras en la ficción mesiánica que se han construido, fisuras por las que se podrían filtrar algunos de los aires nuevos que están surgiendo en este país... Es decir: los unos, por cínicos hijoputas (v.g, Camps), los otros, por vivir en su mundo de política-ficción (ZP, Sorayita, y un largo etcétera), son absolutamente impermeables a lo que está sucediendo. Ojalá tengas razón, la moral de la tropa no decaiga, y antes o después tengan que empezar a mirar más allá de sus narices para intentar entender este clamor contra ellos.

    NO NOS REPRESENTAN. Son personas deleznables, mediocres profesionales de ese mundo sórdido y endogámico, completamente alejado de la realidad, en que se ha convertido la política. En la distopía de Huxley, no serían desde luego los alpha los que se dedicaran a la cosa pública. Estos mal llamados señores son escoria de la peor calaña. En otro tiempo sus cabezas rodarían en plazas públicas.

    (Sin radicalizarme, claro)

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